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domingo, 9 de febrero de 2020

Fragmentos de filosofía, lenguaje y la experiencia psicodélica.



Marquard: "La filosofía sin experiencia es vacía, la experiencia sin filosofía es ciega. "

Esta madrugada, el filósofo español Ocaña y la cita de Marquard sobre la filosofía de la experiencia me han hecho recordar esa otra cita de Gabriela Milone: "la etimología de 'experiencia' alude a una prueba extrema, una salida de sí, un enfrentarse con lo desconocido; implica una relación paradójica con el lenguaje en tanto éste no puede dar cuenta cabalmente de lo experimentado; y de este modo, vinculamos la experiencia con la inmediatez, imposibilidad e inaccesibilidad".


Anudo la experiencia límite, la experiencia psicodélica eleusiana como una parte esencial de la primera pregunta por el Ser en el surgimiento de la filosofía griega a través del ritual de la muerte psicológica mistérica. La famosa cita de Aristóteles sobre los Misterios: "la experiencia del iniciado, indica la dignificación del sujeto no por aprendizaje sino por un sufrir de un proceso de transformación", resulta muy pertinente. Cicerón pone atención en la destrucción e iniciación de la experiencia de los ritos mistéricos: "así en verdad hemos aprendido algo sobre el inicio de la vida y hemos obtenido fuerza no sólo para vivir felizmente sino para morir con dignidad. "

Ya Damascio, a partir de esta experiencia puede enunciar la falla del lenguaje, lo que "excede totalmente la jerarquía de la realidad". Platón escribió: "Desde luego que yo no he escrito nada sobre esas cosas, y nunca lo escribiré; porque este conocimiento no es en modo alguno comunicable..."




Cuando Platón define a la filosofía como un aprender a morir, habla de la experiencia de muerte ritual eleusiana, pero aún así el origen de esta filosofía primera que es siempre una filosofía de la experiencia no inicia ni termina con él. Se habla de cada filósofo y filósofa como hierofante y poeta también. 



Aunque la intención sea más notoria en los neoplatónicos, que dejaron bien clara su posición de realizar la distinción entre una filosofía como forma de experiencia y el discurso filosófico (que aumentaba en los primeros siglos cristianos) . La tarea contemplativa del filósofo/hierofante/poeta de los orígenes de la filosofía primera fue siempre "trascender las limitaciones impuestas por lo sensorial y el razonamiento discursivo."Los neoplatónicos se convirtieron casi todos en hierofantes, los sacerdotes que guiaban las ceremonias eleusinas y aquellos de los que Platón dijo eran los únicos que podían hacer filosofía de la forma correcta.


Pero si Platón y Aristóteles dejaron claro la no escapatoria del sentimiento de falta al tratar de dar un acercamiento a lo que sólo se aprehende por la experiencia, Plotino sí escribió sobre "esas cosas" y la experiencia mistérica/psicodélica se encuentra en toda su obra. Plotino en "La inefabilidad de la contemplación de lo Uno" se pregunta:



"¿Cómo es entonces que no permanecemos allá arriba?"



Ahora, al tener el discurso místico (el relato, lo escrito de la experiencia de unión con el Todo/Uno) una finalidad persuasiva, exhortativa y anagógica implica, a su vez, la experiencia mística del que indica el camino. Podemos apreciar, pues, que la relación entre experiencia y discurso místicos resulta ser de implicación mutua, en la medida en que la experiencia propia de Plotino se revela como condición necesaria para su discurso pero este, a su vez, es presentado como la instrucción que permitirá a quienes son mentados por él a que lleguen, por sí mismos, a la experiencia, final del camino (Encuentro momentáneo con la Verdad, que sólo se llega a través, como dijo Weil, de un proceso de total humillación). Entonces, la función creativa de la mística plotiniana es doble: cada uno de los modos en que la entendemos, es decir, tanto el discurso como la experiencia, posee su impulso generador: la experiencia engendra el discurso y el discurso posibilita la simbolización de la experiencia y así fundarla en lo simbólico.


Heráclito, el oscuro, el hierofante: "Y a las cosas todas las timonea el rayo."



viernes, 7 de febrero de 2020

Dickinson Plant Person

Here is a little forest,
Whose leaf is ever green;
Here is a brighter garden,
Where not a frost has been;
In its unfading flowers
I hear the bright bee hum:
Prithee, my brother,
Into my garden come!

Plant Person es un concepto creado por Dale Pendell que le va perfecto a Emily Dickinson. En su herbolarium, que fue recuperado hace poco y la Harvard University ha digitalizado, se encuentra un ejemplar de cannabis macho





Forbidden Fruit a flavor has
That lawful Orchards mocks --
How luscious lies within the Pod
The Pea that Duty locks --

I started Early -- Took my Dog --
And visited the Sea --
The Mermaids in the Basement
Came out to look at me --
And Frigates -- in the Upper Floor
Extended Hempen Hands --
Presuming Me to be a Mouse --
Aground -- upon the Sands

But no Man moved Me -- till the Tide
Went past my simple Shoe --
And past my Apron -- and my Belt
And past my Bodice -- too --

And made as He would eat me up --
As wholly as a Dew
Upon a Dandelion’s Sleeve --
And then -- I started -- too --

And He -- He followed -- close behind --
I felt His Silver Heel
Upon my Ankle -- Then my Shoes
Would overflow with Pearl

Until We met the Solid Town --
No One He seemed to know --
And bowing -- with a Mighty look--
At me -- The Sea withdrew--