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sábado, 16 de julio de 2016

Sobre el descubrimiento de los efectos psicoactivos de la MDA

La MDA (3,4-metilendioxifenilosopropilamina) fue sintetizada por primera vez por los químicos alemanes G. Mannish y W. Jacobson en 1910. Pero fue hasta 1939 el año en que se realizaron estudios con animales, cuando el equipo de Gunn, Gurd y Sachs se interesaron en la sustancia mientras realizaban una investigación sobre adrenalina. Dos años más tarde, otro equipo de investigación -Loman, Myerson y Myerson- se interesó al teorizar que este compuesto podría ayudar en la enfermedad de Parkinson, pero abandonaron el proyecto cuando la única paciente examinada mostró rigidez muscular. También en esta ocasión, la MDA fue rechazada como posible agente de reducción de peso y como anti-depresivo por Smith, Klein y French Co., por presentar efectos no deseados que interferían con las rutinas diarias de los pacientes.
Más tarde, a mediados de los cincuenta, Gordon Alles, investigador de la UCLA y que había descubierto la anfetamina en 1927, comenzó a interesarse en la MDA y en una sustancia análoga por sus similitudes a la efedrina, la droga estándar para las pruebas de estimulación sobre el sistema nervioso central durante los 1930s y 1940s. Peter Stafford, en su Psychedelics Encyclopedia describe los detalles de la investigación de Alles con el MDA:

   Alles decidió que realizaría un tipo de prueba a la cual llamaba "double-conscious" para estas sustancias  -que significa que la sintetizaría, pesaría y tomaría él mismo para así comparar sus efectos con aquellos que ya conocía causaban la efedrina sobre él. "Estaba muy bien calibrado" escribió luego, "con dosis de efedrina de 50 mg y con dosis similares de anfetamina."
   Después de realizar pruebas con perros, que indicaban que estos dos compuestos eran de un tercio a un medio igual de activos que la mescalina y la anfetamina en sus efectos periféricos, Alles consumió 36 mg de MDA. Durante las siguientes dos horas, no notó ningún efecto físico ni mental. Entonces tomó 90 mg adicionales. 
   Pasados unos minutos,  él se dio cuenta que "se aproximaban notables efectos subjetivos." Los músculos del cuello se pusieron notablemente tensos, y apretaba fuertemente sus mandíbulas. Transpiraba mucho y notó una disminución en su ritmo respiratorio. Sus pupilas se encontraban "marcadamente dilatadas... Nunca había visto tanta dilatación de pupilas ni en animales ni en humanos antes."
  Cerca de los 45 minutos después de la segunda dosis, anillos de humo llenaron el lugar, moviéndose a cámara lenta a su alrededor. En un cuarto cerrado del sexto piso de una universidad, "no había ninguna posible fuente de anillos de humo." 
     "Todavía se observaban una gran cantidad de anillos de humo en el ambiente. Visualmente, estos parecían completamente reales; y parecía innecesario hacer pruebas porque estaba seguro que la fuente de este fenómeno visual no podría ser externo. Cuando concentraba mi atención a los detalles de las formas grises curveadas tratando de ver como les afectaba al pasar un dedo a través de estas, se derretían y desaparecían, Después, cuando volvía a relajarme, los anillos de humo volvían."
    Discutiendo sobre estos anillos de humo más tarde, Alles comentó, "Estaba tan seguro de que se encontraban ahí como lo estoy ahora de que mi cabeza está sobre mi cuerpo." Estos efectos visuales solamente fueron la introducción a lo que le esperaba.
   Viendo sus "ojos casi completamente negros", había sentido momentáneamente un poco de miedo, pero momentos después "una sensación general de bienestar" lo invadió, acompañada de un cambio en su conciencia de la percepción del lugar.
    
"Cuando me encontraba muy relajado, mi pensamiento se volvió introspectivo. Tuve conciencia de mi cuerpo y su total funcionamiento, por un momento la realidad del lugar de observación parecía claramente transpuesta fuera del cuerpo y en un lugar arriba y hacia atrás. Me vi obligado a voltear mi cabeza muchas veces y mirar a la esquina superior del cuarto preguntándome cuál parte de mi podía estar allá arriba y observando la situación subjetivamente. Observé este fenómeno desde donde estaba sentado."
    Alles relató esta experiencia en una conferencia en 1957 de la Fundación Josiah Macy Jr. En 1959, fue publicada como parte de los preparativos para la conferencia Neuropharmacology: Transactions of the 4th Conference (editada por Harold Abramson).

    A mediados de los sesentas, la MDA empezó a aparecer en la subcultura -conocida como "the love Drug" o "the Mellow Drug of America." Por esto fue puesta en la Fracción I de la legislación de la Comprehensive Drug Abuse en 1970.

La MDA es en realidad dos drogas distintas. Cada una es la imagen especular de la otra, y son clasificadas por la dirección en cual reflejan la luz. La versión dextro, o lado derecho, y la forma levo, o lado izquierdo, cada una de ellas tiene efectos únicos pero a menudo son mezcladas en una proporción del 50% llamada MDA racémica. 

Estudios clínicos llevados a cabo por Alexander Shulgin han demostrado que el isomero levo de la MDA posee propiedades similares a aquellas que ocurren con el uso de la mezcla racémica, en cambio, el isomero dextro no posee exactamente las mismas propiedades, este isomero ha sido categorizado como "más benigna y pacífica" por Shulgin cuando se compara con la MDA racémica o el isomero levo. 

Las dosificaciones farmacológicas equivalentes para las primeras tres formas son: 70 mg, para la levo, 125 mg para la mezcla racémica y 225 mg para la dextro. Está claro que el isomero levo es responsable de la mayor parte de la actividad en la mezcla racémica.





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